Lo que inició como un desahogo en tiempo de pandemia, hoy es mucho más que un personaje en redes sociales. La Ministra se ha convertido en una fuente de ingresos para su creador Amilcar Montezuma.
Muchos lo conocen como Kenny Dancer, otros como La Ministra, pero lo cierto es que este panameño de 30 años está disfrutando del éxito que ha tenido su personaje en redes sociales, que no solo hace reír con sus parodias sino que también ya se ha ganado el cariño de la gente en las calles.
¿Cómo inicia este proyecto?
La Ministra nació en pandemia gracias a las estresantes conferencias del Minsa. "Tanto se mencionaba la palabra La Ministra en la pandemia que cuando la exministra renunció a su cargo o la botaron yo no sé, dije este es mi momento; yo seré la ministra", aseguró.
Amilcar también estuvo afectado por esta crisis sanitaria, al punto que cayó en depresión, pero como bien dicen, Dios aprieta, pero no ahorca. "La pandemia no ha sido fácil para nadie, "perdimos familiares, amigos, perdí mi trabajo, el estrés de las deudas me llevó a caer en una depresión, y el Tik Tok fue mi desahogo".
Este proyecto La Ministra se le vino a la mente en un segundo. "Quise darle un toque de pueblo, ya que siempre me ha gustado estar rodeado de buena gente humilde y sencilla".
Aún no se lo cree
El crecimiento que ha tenido su personaje y sus reales sociales no han parado, y él todavía no lo asimila. "Creo que todavía no me he dado cuenta, me parece mentira. La verdad estoy aprendiendo cada día sobre esto y créeme que me está dando frutos gracias al apoyo de la gente". Amilcar asegura que todo esto ha sido una locura para él.
De hecho, hay momentos en los que necesita ayuda para crear sus guiones de las parodias, ya que ahora es una empresa y solo no puede. "Sí, La Ministra ya es una empresa, la cual estoy viviendo al máximo".
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Entre sus servicios ofrece shows para bares, animación para bodas, Baby Shower, y los gustados "lokeichon clandestinos". Ah, y aseguró que lo que viene es grande pues La Ministra tendrá su tour.
Como dato curioso, antes de su exitoso personaje, Amilcar trabajaba en una Junta Comunal, casi siempre tenía un oficio que hacer; algunas veces hacia parodias pero como pasatiempo.
'La Ministra no es lujosa ni se maquilla, su belleza es natural e integral. Ella usa el dinero de las ventas de las vacunas para ayudar al pueblo'.
